Friday, September 08, 2006 

LA REINA DE ARMENDARIZ. Apongo, Fajardo, Ayacucho

CRÓNICAS AYACUCHANAS
Educando en Valores


LA REINA DE ARMENDÁRIZ


Cuento de Apongo, Provincia de Fajardo. Época virreynal. Contado por Daniel Huyhua. Versión libre.

(Silbando carnavales)
Una tarde, Daniel, un aponguino veinteañero, iba camino a su estancia, cerca ya, a la Laguna de Turpo divisa a lo lejos, al centro de la laguna a una hermosa joven, muy asustado se acerca y se da cuenta que está sentada en un trono de oro radiante, es blanca como la luna y su ropa brilla como el sol. Daniel corre al verla y a gritos le dice: ¡Sal de ahí! Te vas a ahogar

Entonces en un cerrar de ojos la joven llega a la orilla, Daniel la ve de cerca, maravillado y boquiabierto por tal belleza, tartamudeando se acerca y pregunta:
- ¿Quién...Quién eres?
Ella le contesta: -Soy la Princesa de Armendáriz.
- ¿Armendariz?, que es, donde queda, qué haces aquí...fueron tantas preguntas a la vez que Daniel le hizo a la joven.
Ësta muy triste le responde: - Armendáriz es mi pueblo, queda en España. Estoy aquí porque he sido raptada por el diablo quien me encantó y me convirtió en su esposa. Yo estoy muy triste porque quiero volver con mis padres y mi gente.

Cada tarde a partir de ese día, los dos jóvenes, se encontraban, charlaban hasta que se enamoraron. Pero un día la joven llorando le dice a su amado: - Daniel, es mejor que te vayas y no vuelvas más, mi marido llega mañana a las doce, si te encuentra de seguro te lleva al infierno.

El corazón de Daniel se rebela y su cerebro maquina: “mañana me enfrentaré al diablo y lucharé por mi amor”. Se despide muy triste de la princesa y vuelve a su estancia.

El sol en el poniente daba las 12 del mediodía, Daniel con paso firme se dirigió hasta el lugar de su cita diaria, iba dispuesto a pegarle al diablo y a quien se opusiera a su amor. Llega hasta las orillas de la Laguna de Turpo y ve al diablo echado junto a la princesa flotando en el centro de la laguna. La joven se sorprende al ver a Daniel y con un fuerte hipo despierta a su marido, el diablo se levanta y mira a Daniel despectivamente y le dice: - ¡Ajá!... ¡Tu eres el mortalcito que quiere quitarme a mi mujer!... ¿Cómo te atreves miserable aponguino a semejante propósito?

Daniel temblaba de pies a cabeza cuando escuchó la estentórea voz de diablo, respiró profundamente y con voz bronca responde: - Te reto diablo. ¡Voy a luchar por ella, porque la amo!
- ¡Muy bien! – dijo el diablo- “!Pelearemos! ¡si me ganas, te la llevas, si yo gano te llevo al infierno con ojotas y todo!
Daniel y el diablo se enfrascan en una dura lucha de tres días. Al tercer día, Daniel cansado invocó a Dios por más fuerza, entonces aparece una extraña niña que le ofrece pan y vino que le dieron una fuerza extraordinaria y así pudo vencer al diablo.
- ¡Me ganaste! – dijo el diablo - ¡llévate a esa ingrata!
Diciendo eso desapareció y la laguna se convirtió en un puquio. La joven había quedado en medio del puquial.

Daniel cansado y contento lleva a la princesa a su casa, la acomoda lo mejor que puede dentro de su pobreza y se duerme. Al despertar se encuentra con una desagradable sorpresa, no estaba la princesa y en su lugar sólo encuentra una carta que decía:
- ¡Daniel, querido, vuelvo a mi hogar, me voy a ver a mis padres, quizás nunca volverás a verme. Gracias por mi libertad. Adiós amor mío!

Daniel, loco de desesperación y más enamorado que nunca llora de dolor y decide ir en busca de su amada, llegaré a Armendáriz se dice,

Camina día y noche, camina así por mucho tiempo; llega hasta la selva, va preguntando, nadie sabe de lo que habla...hasta le creen loco; hasta que llega a la casa de la madre de todos los animales. Allí le dan alojamiento y llega una joven gavilán que le informa que la princesa a quien busca se va a casar y que están preparando un gran banquete.
Daniel se desespera y le pide que lo lleve hasta el lugar donde esta su amada, la gavilana le dice que no puede cargarlo y que el viaje durará tres días... Daniel llora de desesperación...al verlo así el cóndor se ofrece llevarlo en su espalda a cambio de un toro diario. Y así, Daniel acompañado del cóndor y dirigido por la gavilana llegan a las puertas del Castillo de Armendáriz.

Los habitantes del pueblo se sorprenden al ver a Daniel, era un extraño de rara vestimenta: ojotas de piel de llama, chullo, poncho y pantalones de bayeta. Las noticias del extraño llegaron a oídos de la princesa. Ella emocionada sale al balcón y desde allí ve a su salvador, a su amado Daniel, el valiente matadiablo.

Con los corazones rebosantes de alegría ambos se encuentran y se confunden en un fuerte y tierno abrazo. El latir de sus corazones se hicieron uno solo y la felicidad también.

La princesa había contado a su padre, el rey de Armendáriz, toda la historia y cómo se había salvado, y por eso Daniel ya era famoso en el reino.

Entonces, el rey convoca al príncipe consorte y le ruega cancelar el matrimonio a cambio de muchas riquezas, el compromiso se anula. Y pacta el matrimonio de Daniel con su única hija porque había devuelto la felicidad al reino. Así, en medio de la alegría del reino, Daniel, convertido en príncipe en tierras extrañas, se casa con la princesa de Armendáriz. Ambos serían los futuros reyes de este reino que volvía a ser feliz después de mucho tiempo. Colorín colorado el amor había triunfado.

¿Qué lecciones sacamos de este cuento?

Primero
Siempre se debe decir la verdad, por encima de todo.
Tal como hizo la princesa al contarle su historia a Daniel y luego a su padre.

Segundo
Siempre se debe luchar con valentía por los sueños que se persiguen.
Tal como hizo Daniel al enfrentar al diablo por el amor de la princesa.

Tercero
Aunque tengas fracasos, debes ser perseverante en la lucha por tus sueños.
Tal como hizo Daniel cuando fue a Armendáriz buscando a su amor y donde también encontró la riqueza y el reconocimiento por su obra.

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El próximo sábado estaremos contando: El Apu Sara Sara y la laguna de Parinacochas, una leyenda de la provincia de Parinacochas. Gracias. Hasta la próxima semana.